AUDIENCIA ANTE
EL ARZOBISPO DE SAN JUAN S.E.R.
ROBERTO GONZÁLEZ
ARZOBISPADO DE SAN JUAN
CALLE SAN SEBASTIAN, ESQ. CALLE DEL
CRISTO
San Juan, Puerto Rico 5 DE
MAYO DE 2000
A la luz de la definición que,
desde el 1986, se le ha dado al fenómeno de los cultos o sectas, puedo
afirmar que la llamada Misión de la Virgen del Rosario del Pozo de
Sábana Grande es un culto que se ha desarrollado al amparo de la Iglesia
Católica, de su doctrina y de su tradición y, por eso insisten en
mantenerse dentro de ella, afirmando una “genuina catolicidad” que
atenta contra la dignidad humana. Espero que su excelencia pueda
escuchar de parte de algunas víctimas ejemplos concretos de este
atentado contra la dignidad humana y la justicia social predicada por
nuestra Iglesia. Éstas no son todas las transgresiones que se cometen
dentro de la Misión, pero son ejemplos fehacientes. Tampoco éstas son
las únicas víctimas que hay, pero son las que han sido lo
suficientemente valientes como para comenzar a destapar la olla en que
se cuece la explotación humana.
En la Misión de la Virgen del Rosario se pueden identificar las cinco
características que hacen de este culto uno destructivo, y por tanto
peligroso, para la persona humana. La característica más importante, por
la peligrosidad que representa, es la coerción que el líder, el Sr. Juan
Ángel Collado, ejerce sobre los llamados devotos que han alcanzado una
alta posición dentro de la jerarquía piramidal que sostiene el grupo
(los llamados ‘Promesados’ y ‘Promulgadores’, entre otros).
A través de técnicas de manipulación, sugestión, lavado de cerebro
(también llamado “programación de conducta”) se transmite la creencia de
que el Sr. Collado es un ser superior y diferente a los demás
mortales, cercano a Juan, el Apóstol o Juan el Bautista, a quien la
Virgen le ha asignado la singular tarea de identificar un remanente de
creyentes que formarán, tras el Juicio Final, la “nueva estirpe de
creyentes católicos”. Como cualquier otro culto destructivo, la Misión
presenta como evidencias irrefutables de su verdad mesiánica las
apariciones celestiales, los múltiples milagros y, sobre todo, los siete
mensajes, tres de los cuales permanecen en secreto hasta que el vidente
Collado disponga.
Todo este escenario se adorna con poderes extrasensoriales del líder,
quien es capaz de leer la mente de sus adeptos, saber lo que piensan y
lo que necesitan, darse paseos por el cielo, con pasajes de ida y
vuelta, hablar con los ángeles, con los muertos, y hasta con el mismo
Padre Celestial.
Estos acontecimientos, que podríamos tachar de extraordinarios, en
realidad son el pan nuestro de cada día entre los llamados cultos
destructivos. Forman parte del engaño que sostiene toda la
infraestructura de poder (social y económico) que los cultos necesitan
para dominar e imponer sus ideologías. En la misma medida en que estos
hechos extraordinarios son creídos, las personas engañadas van
sometiendo su voluntad a los líderes hasta convertirse en adeptos
totalmente dependientes, tanto física como psicológica. En este momento,
comienza a actuar la manipulación de los creyentes con el fin de
explotarlos profesionalmente, económicamente, socialmente, y hasta
sexualmente.
Las técnicas específicas de manipulación y coerción utilizadas por los
cultos destructivos, así como las nefastas consecuencias personales que
traen consigo, son numerosas y no voy a entrar en ellas. En el somero
listado de Estrategias coercitivas más utilizadas por los cultos y
Consecuencias que le he entregado, su excelencia tiene algunos ejemplos.
Según he podido constatar en mis investigaciones, cada una de esas
estrategias y consecuencias están presentes en la Misión. Espero que su
excelencia también pueda identificarlas en los relatos personales de las
víctimas.
Sólo quisiera hacer hincapié en el hecho de que los cultos que utilizan
esas estrategias (y en la Misión se practican) son peligrosos porque
propician la destrucción de:
La personalidad que los adeptos tenían antes de
entrar al grupo. En repetidas ocasiones he insistido que los sujetos
que han coparticipado en dinámicas cúlticas nunca vuelven a ser los
mismos.
Toda relación interpersonal, afectiva o de
comunicación que el adepto tenía antes de entrar al culto, ya sea
familiar, de pareja, de amigos, de trabajo, de educación , etc
Los derechos jurídicos
inalienables en un estado de derecho. (derecho a la libre expresión,
derecho a la intimidad, derecho a la información, etc.)