Las autoridades bregan ahora con la renuencia de los
niños a darles información sobre lo que ocurría en
el establecimiento, construido por Warren Jeffs. La
investigación ha sido un proceso largo,
especialmente debido a las dificultades en conseguir
información contundente de parte de los niños,
debido a que están entrenados para no hablar con
personas del mundo exterior y han recibido
instrucciones de parte de sus padres de no dar
información alguna, en especial antes de ser
removidos de sus hogares les insistieron en que no
dieran siquiera sus nombres.
''En culturas como ésa, se les enseña desde
temprano que no se responde a preguntas con
exactitud'', dijo el alguacil David Doran del
condado de Schleicher, en Texas. “Y es muy posible
que la niña se encuentre bajo la custodia del
Servicio de Protección de Menores (CPS) de Estados
Unidos. Todo eso se está estudiando”. Los documentos
del caso dicen que varias adolescentes halladas en
el recinto están embarazadas, que se sacó de allí a
todos los niños, debido a que estaban en peligro de
''abuso sexual, emocional y físico''. Unas 139
mujeres se fueron del lugar por su propia cuenta.
Las autoridades están tratando de determinar las
identidades de muchos de los menores. Algunos de
ellos no han podido o querido dar los nombres de sus
padres biológicos y otros han identificado a varias
mujeres como madres suyas.
El estado se ha encontrado con el problema de que
muchos de los niños no tienen certificado de
nacimiento, no saben la edad que tienen y en algunos
casos los nombres de los niños han sido cambiados.
No tienen
certificados de nacimiento debido a dejaron de
registrar a los niños, una vez las autoridades de
Arizona comenzaron arrestar a hombres de la secta,
utilizando los certificados como evidencia en los
casos de abuso sexual con niñas de menores edad. Esa
es una de las razones que explica porque algunos de
los niños no saben su nombre ni conocen su propia
edad. Estas personas tienen
sus propias facilidades médicas, con cuartos
preparados para que las madres puedan dar a luz a
sus hijos. Ellos mismos toman las huellas digitales
de los bebés al nacer. Por lo tanto, identificar a
los niños ha sido un proceso sumamente difícil.
Hasta el momento el estado ha podido tomar custodia
de 18 niñas, de entre 6 y 17 años de edad, el resto
siguen siendo entrevistados, en busca de evidencia
de posible abuso.
El problema mayor encontrado a través de las
investigaciones,
para dar con el
paradero de la niña que desde la secta tejana hizo las llamadas,
es que son muchas las niñas menores que son madres y
están embarazadas. Existen varias niñas adolescentes
embarazadas con bebés y eso hace más difícil el
identificar si una de ellas es la niña que hizo la
llamada. Se encuentran con la dificultad de que las
niñas son renuentes a hablar y se visualiza que
tomará tiempo para poder concluir con las
investigaciones, por causa de todos los problemas en
conseguir evidencias e información exacta por parte
de los niños.
Marleigh Meisner, representante de Servicios
Sociales informó que un equipo de doctores,
enfermeras, especialista en salud mental y
trabajadores sociales se encuentran trabajando con
los niños. Recientemente el distinguido psiquiatra
Dr. Bruce Perry, experto en trauma infantil, ha sido
contratado para proveer ayuda psiquiátrica a los
niños.
Los oficiales dicen que las mujeres que
permanecen con los niños menores de 4 años bajo la
custodia temporal del estado, se encuentran en
completa libertad para abandonar el lugar, pero los
niños serán retenidos bajo la custodia temporal del
Estado. Aún no se sabe si varios de los niños serán
reubicados en hogares substitutos por tiempo
ilimitado. La esperanza recae en confiar en que la
Corte Suprema se mantenga consistente en cuanto a la
conducta ilegal, adheriéndose al principio de que lo
que es ilegal debe ser ilegal para todo el mundo, sin
distinción alguna.
El acecho por las autoridades comenzó el 3 de
abril, señalando que habían sufrido o estaban en
peligro inminente de sufrir abuso físico y/o sexual.
Inicialmente, los niños han sido reubicados en el
Coliseo de San Angelo, Texas, 50 millas al norte de
sus hogares. Una de las situaciones conflictivas que
enfrentan las autoridades es el no haber podido
localizar a la niña que hizo
la llamada
desde los predios de la secta tejana, denunciando
maltratos y abuso sexual. Ella alegaba haber sido
forzada a casarse, siendo una menor, con un hombre
de casi 50 años de edad. El no haber localizado a la
niña es lo que utilizan los abogados y los miembros
de la secta para levantar dudas sobre la legalidad
de la investigación. Muchos de los niños que fueron
entrevistados no tenían la capacidad como para
identificar tanto el nombre de sus padres biológicos
como a sus madres, por las muchas madres esposas de
sus padres. El contacto de las madres con sus hijos
es prohibido, durante los días de entrevista, para
evitar la intimidación o el control de las mismas.
Muchos de los niños manifestaban no ser capaces
siquiera de dar información sobre sus edades, fecha
y lugar de nacimiento. Obviamente todo esto ya ha
sido premeditado y planificado estratégicamente por
los miembros de la secta; por su experiencia en el 1953 (suceso
citado con el nombre de la estampida en "Short
Creek", hoy día Hildale y Colorado City),
cuando el governador de Arizona, Howard Pyle, ordenó
el acecho de la secta, hacen más de 50 años atrás; y removió a 236 mujeres y niños, tomando su custodia
el estado, por la práctica de poligamia con niñas
menores dentro de la secta. Esto fue un vehículo de
enseñanza y preparación para la secta, en caso de
una posible futura intervención del Estado; que es lo
que ha sucedido en abril del 2008. En el 1953, los
niños fueron reubicados junto a sus madres en
hogares de protección por 2 años y medio, el estado
envió 31 hombres a cumplir sentencia en prisión.
Pero mientras tanto las mujeres y el resto de los
adeptos levantaron una campaña de repudio al acecho
del gobierno al arrebatar a los niños de sus madres,
por el trauma que tal experiencia les ocasionaba;
alegando que ellos no molestaban a nadie,
amparándose en la libertad de creencias que les da
el derecho para continuar con sus prácticas y que lo
que pedían era que les dejaran vivir su vida a su
manera. Al cumplir sus sentencias los 31 hombres,
las mujeres y los niños que estaban en hogares de
protección regresaron a la secta. En aquél tiempo,
la campaña creada por los adeptos fue muy
efectiva, costándole al governador su re-elección.
Al no procesar a estas personas de crimen mayor y
al devolver los niños a sus hogares es el problema
de mayor preocupación con el proceder del gobierno,
ya que esto tan solo sirve para acrecentar en ellos
el aislamiento y refuerza en ellos la solidaridad y
fidelidad al grupo. Según la indoctrinación de ellos,
el estado y el mundo exterior están contaminados y
quieren tan solo la destrucción de ellos, los
elegidos.
El ser encarcelados los convierte en
mártires, según Kathryn Daynes, maestro de historia
en Brigham Young University, universidad del
Estado de Utah. Daynes es un estudioso de la
poligamia de los mormones del siglo IXX. Según el
profesor, quizás algunos dejen la secta; pero todos
los que se queden se afincarán a sus comunidades y
mantendrán silencio extricto acerca de sus prácticas
y problemas. Para los adeptos el acecho por parte de
las autoridades son muestras del imperialismo
cultural. La invasión reafirma en ellos sus
convicciones.
Según el
psiquiatra
asignado para evaluar a los
niños, Dr. Bruce Perry, su reto mayor será trabajar
con niñas indoctrinadas que han aprendido que su
propósito es convertirse en propiedad sexual de su
futuro marido, en que los no miembros a la secta
están endemoniados y en que estos niños han vivido
completamente aislados del mundo exterior y se les
indoctrinan para que no sean independientes ni
capaces de tener criterio propio.
Una vista del estatus del paradero de los niños
fue pautada para el Jueves, 17 de abril de 2008.
La investigadora
del
estado, Angie Voss, mandada al rancho inicialmente testificó ante la
jueza Barbara Walther que cuando llegó al rancho
los hombres de YFZ le dijeron que no conocían a
nadie con el nombre de Sarah; cuando la realidad es
que existen muchas niñas rescatadas que con el
nombre de Sarah. Luego, las mujeres de la secta
también estuvieron negando conocer alguna Sarah.
Para el 17 de abril, de los 419 niños rescatados,
por lo menos 10 niñas confirmaron haber sido
abusadas. También se ha confirmado el que muchas
niñas se convirtieron en madres a la edad temprana
de 13 y 14 años de edad y que muchas han estado
casadas con hombres mucho mayores.
La jueza Barbara Walther dio lugar a
la petición de los abogados del estado pidiendo que
se efectuaran pruebas de DNA para poder identificar
a los padres de los niños bajo custodia, en adición
a una completa evaluación psiquiátrica. Los abogados
de la secta levantaron muchas objeciones y protestas,
pero recibieron una negativa hacia cada una de
ellas.
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