Saludos:

Es la primera vez que me expreso sobre esta situación, no se si sirva mi testimonio, pues entiendo que me afectó, por la reacción en cadena. Sólo esta pequeña expresión serviría de ayuda a confirmar las "situaciones" que pasaron muchas personas.

Comencé a participar de la Misión en el 1998, cuando eso aun se estaba formando, osea el grupo en mi pueblo. Fuí uno de los primeros en participar como joven en la Misión. Por lo tanto, me nombraron líder del grupo NeoJuventud en mi pueblo. Sólo éramos 10 jóvenes que se enfretaron a todo, para lograr ir a El Día de la Espera, que fue en mayo cuando bailó el sol.

Siendo líder de este grupo enfrenté situaciones vergonzosas y poco placenteras para un joven de 13 años. No niego que me disfruté este proceso, porque conocí a muchas personas. Neo-Juventud te envuelve con las actividades de confraternización, excepto cuando llegan las reuniones de los Sábados en la mañana. No era nada agradable lo que pasamos muchos compañeros líderes de pueblo: 'Si no completamos alguna meta, nos acusaban de irresponsables, nos decían que la Virgen no estaba contenta con nuestro trabajo.'

Jóvenes de 13 a 21 años se enfrascaban en misiones poco saludables y castigos que nos hacían hacer indirectamente. Estos castigos consistían en comer varias piezas de jalapeños a la misma vez, sin tomar agua por varias horas. A veces algunos de mis compañeros ofrecían sacrificios para que nuestras actividades salieran bien, todo esto exhortado por el lider de la región o como se conoce la 'Columna de la Región'. Muchos se arrodillaban, pero con granos de arroz en sus rodillas. Algunos de los líderes eran hijos de promulgadores, y a veces nos contaban los sacrificios que los promulgadores "ofrecían" para que a sus actividades fuera mucha gente.

Nos es hasta casi 7 años después que realmente me di cuenta de lo que estaba sucediendo. Ya me habían nombrado candidato a promulgador, ahora tiene un nombre que no recuerdo. Para ser promulgador tenía que ser "hijo espiritual" de un promulgador(a) ya promesado. Este(a) padre o madre espiritual se encargaría de encausar y dirigir mi crecimiento espiritual toda mi vida, pero lo principal es lograr ser promulgador. Mi madre espiritual era una mujer muy sacrificada y prestaba su vida para desarrollar su crecimiento espiritual y lograr tener los siete hijos espirituales para ascender. Recuerdo de un momento en que dije: "definitivamente esto no es para mi".

Ayudé a mi madre espiritual a organizar un pequeño seguimiento en mi pueblo. Nos esforzamos mucho para que éste fuera un éxito. Cuando llega la hora de comenzar el seguimiento, sólo habían llegado poco mas de 7 personas. Al momento de comenzar, quien iba a dirigir en ese momento el seguimiento era la Columna de la Región, a la que pertenecía mi madre espiritual. Ella se negó a participar de esta actividad y "recomendó" suspenderla porque no habían personas suficientes. Mi madre espiritual se echó a llorar. Varios días después, visité a mi madre espiritual para conversar un rato con ella, pues era mandatorio que los hijos espirituales recibieran educación constante. Cuando la saludé 'con un beso en la mano', así se acostumbra, noté un fuerte olor a alcohol, le pregunté y no me contestó. En un momento que ella me dio la espalda pude notar muchas gasas manchadas de sangre en su área de los hombros. Cuando le cuestione sobre aquello me dijo: "Sólo lo sabrás cuando tengas el privilegio de ser promulgador".

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